LA SALSA

LA SALSA 

 

Es un género musical caribeño, interpretado generalmente en el área del Caribe con en Puerto Rico, Venezuela, República Dominicana, Colombia, etc.   Es el término comercial usado desde finales de los años 1960 para especificar un género musical hispano, resultante de la mezcla del son cubano así como de otros géneros de música caribeña, con el jazz y otros ritmos estadounidenses.  La salsa tiene muchas variedades como son: puertorriqueña, venezolana, dominicana, colombiana y de otros países de América Latina. De esta síntesis nació también el jazz afrocubano y el jazz latino, que tiene influencias de otros países también. La salsa fue desarrollada por músicos de origen caribeño (cubanos y portorriqueños) en el Gran Caribe y la ciudad de New York. La salsa abarca varios estilos como la salsa dura, la salsa romántica y el timbal.

 

La instrumentación de la salsa se completa con el piano, contrabajo o bajo electrónico, trompetas, saxofón, trombones, flauta y violín.  La influencia del Jazz afrocubano viene determinada por el arreglo aunque no es una condición imprescindible en la salsa.

 

EL TERMINO SALSA

 

En el año 1933, el músico cubano Ignacio Piñeiro utilizó por primera vez un término relacionado, en un son cubano titulado “Échale salsita”.

 

A mediados de los años cuarenta, el cubano Cheo Marquetti emigró a México.  Él de regreso en cuba, con influencia de las salsas picantes de comida, le dio ese nombre a su agrupación Conjunto Los Salseros, con quienes grabó un par de discos para las disqueras Panart y Egrem.  En 1957 viajó a Carcas “Venezuela” por motivo de varios conciertos en esa ciudad y fue en Venezuela donde se comenzó a emitir en la radio la palabra ‘’salsa’’ a la música que hacían los soneros cubanos dentro y fuera de la isla designándolos como «salseros».

 

HISTORIA Y EXPANSIÓN

 

Durante los años treinta, cuarenta y cincuenta, la música afrocubana era consumida ampliamente por los sectores de origen «latino» (latinoamericano). Los cubanos en la ciudad de Nueva York, los puertorriqueños y otros músicos de otros países, fundamentan su música en gran medida en los elementos de origen afrocubano.

 

Según algunos músicos e historiadores, salsa es un nombre comercial dado a toda la música cubana en los años setenta. La salsa se expandió a fines de los años setenta y durante los ochenta y noventa.  Nuevos instrumentos, nuevos métodos y formas musicales (como canciones de Brasil) fueron adaptados a la salsa.  Nuevos estilos aparecieron como las canciones de amor de la salsa romántica.  Mientras tanto la salsa se convirtió en parte importante de la escena musical de Cuba, Puerto Rico, Colombia, República Dominicana, Venezuela, Panamá y lugares tan lejanos como Japón. Con la llegada del siglo XXI, la salsa se ha convertido en una de las formas más importantes de la música popular en el mundo.

 

 ORÍGENES E INSTRUMENTACIÓN

 

La integración de las tumbadoras y el bongo en los conjuntos que tocaban son montuno fue un elemento fundamental en la instrumentación de orquestas de baile.

 

A fines de los años veinte, los sextetos y septetos de son, que usaban bongó, alcanzaron en Cuba una notable popularidad.  En 1928, Gerardo Machado con la intención de reducir la influencia de los elementos africanos en la música cubana, prohibió el uso del bongó, las congas y las comparsas de carnaval.  Esto provocó que las orquestas de charangas con el uso timbales incrementaran su popularidad. El bongó fue reintroducido en la música popular cubana a finales de los años treinta.

 

Cerca de 1940, el Conjunto Llave (de Rafael Ortiz) introdujo las tumbadoras o congas en una orquesta, instrumentos que anteriormente solo se usaban en música folclórica afrocubana. Arsenio Rodríguez popularizó el uso de las congas al integrarlas a su conjunto, introduciendo el son montuno a nivel comercial.

 

En los años cuarenta, Mario Bauza, director y arreglista de la orquesta de Machito «Los Afro-Cubanos», agregó trombones al son montuno y la guaracha.  Estas innovaciones influenciaron a músicos como José Curbelo, Benny More, Bebo Valdés, entre otros.  En el álbum Tanga de 1943, Bauza fusionó elementos de la música afrocubana con el jazz.

 

La influencia del jazz afrocubano y del mambo desarrollado por Pérez Prado en 1948, propició la introducción del saxofón en las orquestas de son montuno y guaracha. En 1955, Enrique Jorrín le agregó trompetas a las orquestas de charanga, que hasta ese momento solo usaban violín y flauta.

 

Ya para los años cincuenta, la música bailable cubana, es decir el son montuno, el mambo, la rumba y el chachachá, se constituyó en un elemento de gran popularidad en los Estados Unidos y Europa.

 

En la ciudad de Nueva York, el «sonido cubano» de las bandas se fundamentó en los aportes de músicos cubanos, puertoriqueños y dominicanos. Como ejemplo, podemos citar a Machito, Tito Rodríguez, Johnny Pacheco, Tito Puente o incluso figuras como el director catalán Xavier Cugat.  Por otro lado, y ya fuera del círculo de Nueva York, grupos como la Orquesta Aragón, la Sonora Matancera y Dámaso Pérez Prado y su mambo lograron una importante proyección a nivel internacional.

 

El mambo fue influenciado por el jazz afrocubano y el son.  Las grandes bandas de este género mantuvieron viva la popularidad de la larga tradición del jazz dentro de la música latina, mientras los maestros originales del jazz se circunscribieron a los exclusivos espacios de la era del bebop.

 

La música latina interpretada en Nueva York desde 1960 fue liderada por músicos como Ray Barretto y Eddie Palmieri, los cuales estaban fuertemente influenciados por ritmos cubanos importados como la pachanga y el chachachá. Después de la crisis de los misiles en 1962, el contacto cubano-estadounidense decayó profundamente.

 

En 1969 Juan Formell introdujo el bajo eléctrico en los conjuntos soneros de Cuba. El cuatro puertorriqueño fue introducido por Yomo Toro en la orquesta de Willie Colón en 1971 y el piano eléctrico en los años setenta por Larry Harlow.

 

En los años setenta se incrementó la influencia puertorriqueña en el ámbito de la música latina en Nueva York y los «nuyoricans» pasaron a ser una referencia fundamental. La palabra salsa para designar la música hecha por los «latinos» en Estados Unidos, comenzó a usarse en las calles de Nueva York a finales de los años sesenta y principios de los setenta.  Por esta época, el pop latino no era una fuerza importante en la música que se escuchaba en Estados Unidos, habiendo perdido terreno frente al doo wop, al R&B y al rock and roll.  En ese contexto, el surgimiento de la salsa abrió un nuevo capítulo de la música latina, especialmente en los Estados Unidos.

 

 LA SALSA DESPUÉS DE LOS AÑOS SETENTA

 

Años Ochenta: Durante los años ochenta la salsa se expandió a Europa y Japón. En este país surgió la Orquesta de la Luz, que alcanzó popularidad en América Latina.

 

A fines de esta década surgió la llamada «salsa romántica», estilo que se hizo popular en Nueva York, caracterizado por melodías lentas y letras de corte romántico es decir, un concepto similar a la lírica de la balada pero en ritmo de salsa.  Esta nueva manifestación de la salsa pronto fue asimilada por artistas boricuas como Frankie Ruiz, Eddie Santiago, Paquito Guzmán, Marc Anthony, Willie González, Cano Estremera; cubanos como Dan Den, Rey Ruiz, Issac Delgado, e incluso nicaragüenses como Luis Enrique.